Hace cientos de años, los druidas celtas establecieron un calendario
anual en diferentes períodos que se asignaron a 21 árboles. Para los celtas,
árbol o árboles eran fuente de vida, servían de cobijo, daban calor, alimento,...,
formaron el eje central de su mitología entorno a cada una de estas formas de
vida y se basaron en el estudio de los fenómenos naturales para argumentar los
atributos que supuestamente poseen los árboles.
El Cedro era uno de estos árboles y al nacido bajo esta égida se le
otorga la característica de la confianza. La confianza en sí mismo, pues siempre
trata de alcanzar las metas que se propone sin darse por vencido. Tal vez todo
esto esté más relacionado con la perseverancia que con la confianza, el caso es
que el Cedro representaba para los celtas cierto carácter altivo, casi
arrogante.
Nada que ver estas características tan “humanas” las que aporta el Cedro
al jardín. Como mucho, el dar un toque de elegancia y majestuosidad a un
conjunto verde que gana en lo ornamental gracias a esta conífera. Ese es el
aporte en lo general. Los cultivares del género Cedrus poseen en algunos casos características especificas con las
que nos podemos permitir ser creativos cuando diseñamos un jardín.
Cedrus es uno de los grandes géneros de coníferas ornamentales junto con Pinus, Cupressus, Juniperus y Araucaria que podemos encontrar en
jardines. Las coníferas son un grupo de plantas muy antiguas que llevan
viviendo en el planeta mucho antes de que apareciera el ser humano. La
diferencia fundamental que poseen con respecto a las plantas modernas es que no
poseen flores con la estructura a la que estamos familiarizados, es decir,
formada con cáliz, sépalos, ovario, pistilo, estambres y corola.
La mayoría de las coníferas tiene las semillas en el interior de
estructuras de propagación llamadas conos. Las coníferas se reproducen por
semillas pero no se forman en un ovario cerrado. Siendo técnicos las coníferas
son gimnospermas y las plantas modernas son angiospermas.
Las hojas tampoco son iguales a las que poseen los árboles y plantas
ornamentales, pues pueden ser de tipo aguja llamadas acículas o escuamiformes
formadas por una especie de pequeñas escamas superpuestas.
Una de las coníferas más cultivadas en jardinería es Cedrus atlantica, cuyo nombre de especie
hace referencia al monte Atlas situado en África de donde es procedente. Es un
árbol que llega a medir entre 30 y 35 metros de altura. Sus hojas son acículas
entre las que destaca las del cultivar Cedrus
atlantica f. glauca pues son de color azulado, una característica que la
convierte en una de las coníferas más populares. También existe un cultivar
llorón pendula particularmente
ornamental.
Cedrus deodara es la otra especie que cabe mencionar en
este artículo. Es una conífera de procedencia asiática, es más, se le conoce
vulgarmente con el nombre de Cedro del Himalaya porque se le asocia a la gran
cordillera que surca el continente asiático. Como C. atlantica las hojas son también aciculares, pero la altura
difiere mucho de su pariente africano pues puede llegar a medir 50 metros.
Cedrus
atlantica pendula
|
![]() |
Cedrus
deodara
|
Sígueme en:
También puedes leer en este blog…
Primero felicitarte por como has expresado toda esta información tan interesante.
ResponderEliminarPor otro lado, mi opinión sobre esta conífera es muy gratificante ya que su porte y elegancia le da un toque muy especial al jardín.
Un saludo
Gracias a ti por tu comentario Raúl. Un abrazo.
EliminarMuy buena información sobra las coníferas. Me encantan este tipo árbol, de hecho tengo uno de ellos en mi jardín y su silueta es una maravilla. Grandes sabios los druidas, como apreciaban ciertos árboles tan importantes para ellos, el Quercus ilex tambien era uno de sus predilectos.
ResponderEliminarUN abrazo
Si, es una pena que mucho de ese conocimiento del mundo natural que atesoraban los celtas se haya perdido en el tiempo 😕 El roble, no solo en el género Quercus, en muchas de sus especies, siempre fue un árbol muy venerado en ésta y otras culturas ancestrales. Un saludo Juan.
Eliminar