El cambio climático es un hecho, para que vamos a negar lo contrario a
estas alturas y para que van los gobiernos y las grandes multinacionales a
ocultarnos algo evidente. Quizás ya es incluso tarde para hacer algo al
respecto. Por lo pronto en Sevilla, la ciudad donde vivo, nos han arrebatado el
otoño y ha sido sustituido de forma jocosa por otra estación, el “veroño”. Ha dejado de existir una
transición gradual desde el verano al invierno. A principios de noviembre, de
un día para otro, hemos pasado literalmente de vestir manga corta al calor de
un abrigo.
¿Cómo viven esta situación las plantas? Después de escribir en numerosas ocasiones
que lo ideal es elegir especies vegetales autóctonas o naturalizadas para crear
un espacio verde, porque son éstas las mejor adaptadas al entorno donde viven y
tienen más posibilidades de subsistir creciendo con vigor, ahora se hace
complicado definir la planta ideal para el lugar donde la queremos cultivar. A
pesar de todo, esta máxima para la elección de las plantas de un jardín,
debemos seguir manteniéndola porque a priori siguen siendo la opción más
ecológica y de mayor posibilidad de éxito.
Las plantas viven esta situación de forma algo caótica. Los árboles, por
ejemplo, no saben si florecer, echar las hojas al suelo o detener su actividad
por la llegada del invierno. Son múltiples los casos de plantas que han vuelto
a florecer a destiempo y después el frío a acabado con este rebrote anacrónico
haciéndoles daño. Probablemente, aquellas que presenten mejores atributos
naturales para afrontar el cambio climático, serán las que consigan sobreponerse
al resto. Esto es pura evolución natural, tal y como ya nos contó Darwin.
Dentro de unos pocos años (muchos menos de los que deberían de forma natural),
veremos que plantas predominan en detrimento de otras que quedarán extintas,
creándose un grave desequilibrio en la biodiversidad.
¿Cómo se supera en el jardín el intenso frío?
Para empezar diré que el jardín de invierno
no tiene que ser feo. No estaría de más que ampliáramos nuestro concepto de
jardín hermoso y supiéramos valorar positivamente nuestro espacio verde en
cualquier época del año. Por otro lado, es cierto que si hemos preparado el
jardín pensando casi exclusivamente en las altas temperaturas porque es lo
habitual, la conservación del mismo se puede complicar. No obstante, existe
algunas prácticas de cultivo que podemos aplicar en nuestro jardín para hacer
más llevadero el invierno.
Proteger las plantas o cambiarlas de lugar: Las plantas herbáceas que cultivamos en
parterres sobre la propia superficie del lugar, podemos cubrirlas con una
protección de forma cónica que la encierre completamente desde la base. Las
plantas que cultivamos en macetas, se pueden introducir en un invernadero si
dispones de él o podemos convertirlas durante una temporada en “plantas de interior” e introducirlas en
casa.
Estufas y fuentes de calor: Introducir el fuego como elemento
decorativo en el jardín, no es una idea nueva. El proteger los cultivos agrícolas
delicados del frío encendiendo estufas, tampoco. Existen muchos modelos de
estufas que se pueden colocar al aire libre y si le añadimos una forma de mover
el aire caliente en el jardín, ayudaremos a distribuir mejor el calor. Otra
ayuda sería el uso de acolchados o mulch
para el suelo y proteger a la raíces del frío.
Eliminar la escarcha: En la medida de nuestras posibilidades,
debemos sacudir las ramas y las zonas húmedas de las plantas para eliminar la
escarcha y evitar que se formen necrosidades por efecto de la helada. Una
ventilación adecuada puede contribuir a disminuir la humedad también.
Abonado: Cuanto más vigorosa sea una planta y mejor sea su
estado de salud, mayor será su rusticidad para afrontar cualquier vicisitud. En
el caso de un abono genérico, siempre recomiendo uno de triple acción con
nitrógeno, fosforo y potasio que se presenta en la forma comercial de pequeñas bolitas azules. La dosis
adecuada es aproximadamente la cantidad de bolitas
azules que ocupa una cucharilla de café por planta. Las plantas acidófilas
como las azaleas, las camelias y los rododendros, son especialmente sensibles
en esta época del año por presentar una delicada fase vegetativa. El abono
específico para plantas acidófilas será el adecuado en este caso.
Fuente imagen: Wikimedia commons
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Me da pena que lo digas resignado, alguien con la gran capacidad que tiene como tu debía de ser más optimista, de veras no vamos a darnos por vencido que siempre se puede recuperar pero debemos mentalizarnos. Los consejos buenisimos. Un abrazo
ResponderEliminarYo es que siempre he sido muy dramático jajaja. Bromas a parte, me parece que la situacion es grave, pero siempre pienso que se puede hacer algo más. Como en el refrán "mientras hay vida hay esperanza", pues igual. Un saludo.
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