Cada vez es más
evidente el cambio climático. Aquí en Sevilla, la ciudad donde vivo, el clima
es cada vez más perecido a un clima tropical caracterizado, por un lado, por
las elevadas temperaturas y, por otro lado, por la elevada humedad ambiental
provocada por el caudal del rio Guadalquivir al paso por la ciudad. Un prueba
de ello es lo bien que se han adaptado por estos lares la cotorras kramer, una especie invasora que se encuentra extendida por
casi todos los parques y jardines de Sevilla.
Dátiles |
Uno de los lugares
preferidos donde habitan estas aves son las
palmeras datileras (Phoenix dactylifera),
una palmácea que como ya comenté en el post Palmeras y Oasis: el paraíso perdido, era y es un elemento vegetal característico
en el jardín hispano árabe.
¿Qué opinas de las palmeras? Participa y deja tu comentario al final de este post.
El jardín hispano
árabe constituye una huerta de placer, por eso era frecuente que los frutos de
las plantas que lo componían se pudieran coger y comer. Los dátiles se
encontraban entre estos preciados frutos que hacían las delicias de reyes,
califas, emires, sultanes,... Un autentico dulce para el paladar, pues un dátil
contiene un 70% de azúcar.
Es cierto que las
palmeras tienen un estípite muy alto y quizás pueda parecer complicado el poder
tomar los frutos, pero los jardines hispano árabes estaban diseñados para poder
coger los frutos sin problemas. En este estilo de jardín, donde las calles se disponían
en crucero, los parterres estaban enterrados de tal manera que los caminos
quedaban por encima de la masa vegetal. Se podía pasear y tocar la copa de los
árboles, oler el azahar o tomar un dátil para degustar.
La Casa de la Contratación en Sevilla conserva un jardín almohade con la
disposición de los caminos en crucero. En este jardín se ve como quedan
enterrados los parterres de tal forma que árboles y palmáceas quedan a la
altura de una persona. Por desgracia la “restauración” de este jardín no fue
muy acertada y se plantaron palmeras washingtonia
en vez de phoenix, así que no
podrás ver dátiles alcance de tu mano.
Como venía contando, el
pasado domingo, aprovechando este clima tropical en donde apenas existe otoño y
primavera, donde pasamos del varano al invierno en un suspiro, eso sí, un
inverno corto, salí a la calle con la cámara en mano. En este domingo casi veraniego
las palmeras estaban cargadas de dátiles como podéis ver en la foto que hice.
Espero que pueda
seguir disfrutando de palmeras datileras como estas muchos años más. Que la
terrible plaga del Picudo Rojo, no me
prive de tomar imágenes como esta. No me prive del huerto de placer. No me prive
de los dátiles.
Puede que también te interese:
¿Qué opinas de las palmeras? Participa y deja tu comentario al final de este post.
No hay comentarios:
Publicar un comentario