Siempre que hablamos
de las labores a realizar en el jardín durante los meses de invierno comentamos
que las plantas más sensibles a las heladas y el frio debemos protegerlas en el
invernadero. Sin embargo no comentamos con tanta frecuencia que cuando llega
los meses más cálidos del año, en aquellas regiones donde la luz del sol incide
con más fuerza, se hace igual de importante proteger a las plantas de las
insolaciones mediante un sombreado.
Glicinia en un túnel de verdor |
Tradicionalmente los
sombreados se han caracterizado porque se realizaban con plantas trepadoras que
fuesen capaces de crecer por una estructura y crear una masa vegetal tupida. Lo
ideal era una trepadora de hoja caduca, pues permiten tener la característica
de dejar pasar los rayos del sol para
calentar en el invierno y proteger del sol durante el verano. Si además a esa
especie le añadimos la capacidad de dar frutos, mejor que mejor. De esta forma
el sombreado vegetal más conocido y el que ha triunfado durante siglos es el
formado por parras, es decir, el emparrado.
Ahora en la actualidad
existen formas más modernas de buscar este efecto protector de las radiaciones
solares. Cuando estuve trabajando en un vivero en Córdoba, cubríamos unas
estructuras metálicas que teníamos fijas durante todo el año, con una malla de
sombreo negra desde mayo hasta octubre. Solo cubríamos la parte de arriba y
quedaban a la considerable altura de 2.50 metros, de esta forma circulaba el
aire fresco por los laterales y se refrigeraba el aire. Además, cuando se
regaba se propiciaba que no hubiera perdidas de agua de riego por evaporación.
Bajo estas mallas, con la abundante vegetación, incluso horas después de regar,
se formaba un microclima muy agradable que no tiene nada que envidiar a los más
modernos aparatos de aire acondicionado. Excepto las aromáticas, los cipreses,
los rosales, algunos arbustos como los durillos y, por supuesto las plantas de
interior que siempre estaban en su propio invernadero, el resto de plantas eran
susceptibles de acabar en bajo el sombreado protector.
En un jardín es más
complicado sombrear las plantas a no ser que, por ejemplo, hayamos plantados un
gran árbol que nos sombree a los arbustos o creemos túneles de verdor con
trepadoras. Pero los que los que tengáis jardines en macetas en vuestros balcones, la gran ventaja es que podemos mover las
macetas de un lugar a otro y buscar el lugar más sombreado que debe encontrarse
al norte.
Además tampoco es
necesario tener sistemas muy complicados para sombrear a nuestras plantas. Yo
coloco algunas de mis plantas bajo un sombreado que me he fabricado con dos
patas de caballete de madera sobre las que coloco una celosía de madera verde
de las típicas que se usan en los jardines. Y ya tengo mis plantas fresquitas
durante las horas más calurosas del día.
En cualquier caso mayo
ya está aquí. Un lienzo de mil colores florales que se mezclan con los aromas
deliciosos del jardín, por lo que no debemos relajarnos precisamente ahora,
cuando las tareas en el jardín se multiplican. Debemos aumentar el trabajo para
que nuestro espacio verde se encuentre en perfecto estado ornamental.
Labores generales en el jardín
Los días más calurosos
favorece el que aparezcan muchas plagas como el temido pulgón. Para combatirlo
os dejo un enlace sobre cómo eliminar pulgones de una forma sencilla y sin usar químicos. Sobre todo no es bueno
utilizar insecticidas de amplio espectro pues acaban con los enemigos naturales
de las plagas como pueden ser mariquitas y crisopas.
Azaleas y rododendros,
plantas de suelo acidófilo, se trasplantan cuando se encuentran en plena
floración. Tras realizar el trasplante es aconsejable regar abundantemente y
proporcionar abono para que las plantas crezcan y se desarrollen con vigor.
También necesitaran un aporte importante de nutrientes los rosales, de esta
forma, se compensa la mayor actividad vegetativa durante su floración. Y
hablando de rosales, será apropiado arrancar las hierbas espontáneas que crecen
a sus pies porque compiten por el agua y los nutrientes del suelo.
Por último, en mayo se
incrementará la frecuencia de riego. Si disponemos de un sistema automático de
riego, tendremos que programarlo según las necesidades hídricas que requieran
las distintas zonas del jardín. En rincones donde el agua de riego no sea
accesible y macetas asiladas tendremos que realizar el riego de forma manual.
Labores en el césped
La siega del césped es
una de las operaciones más importantes cuando hablamos de mantenimiento del
jardín, el objetivo es conseguir un buen aspecto sanitario, estético y
ornamental de nuestra pradera. La altura de corte es el parámetro fundamental a
tener en cuenta al realizar la siega.
Si dejamos que el césped,
que está formado por plantas de la familia de las gramíneas, crezca en exceso, espigará y empezará a formar sus
granos lo que hará que los tallos herbáceos limiten su crecimiento. Por el contrario
una siega que deje el césped muy corto lo debilitará, las reservas de
nutrientes en las hojas serán menores y las raíces profundizaran menos en el
terreno, haciéndolas más sensibles al arranque por reducción de la resistencia
mecánica.
La altura de corte del
césped varía en función del uso al que se destine, las especies que formen la
mezcla de siembra y el gusto del usuario, pero por regla general podemos decir
que en céspedes ornamentales de uso particular la altura de corte puede ser de
entre 4 o 5 centímetros. La frecuencia de siega en mayo será de cuatro cortes
para el clima mediterráneo y tres cortes para los climas continental y
atlántico. Es aconsejable realizar un abonado de triple acción (nitrógeno,
fosforo, potasio) durante este mes.
Al igual que el resto
del jardín debemos intensificar la frecuencia de riego en el césped y
trataremos de realizarlo al amanecer o al atardecer. El realizar el riego por
la mañana se justifica porque las plantas a primeras horas de la mañana la
función clorofílica es mayor y a medida que pasan las horas y aumenta el calor
esta función va disminuyendo por el cierre de los estomas de la planta. El
riego al atardecer está justificado porque a esa hora del día se evita la
perdida de agua por evapotranspiración.
Preparación de alcorques y parterres
Una forma de evitar la
aparición de hierbas espontaneas en los parterres es colocando un mulch o acolchado que, además, nos
proporcionara la reducción de la perdida de agua por evapotranspiración, lo
que nos permite mantener la humedad del
terreno. Para saber los tipos de mulch y como colocarlo sobre la superficie del
terreno podéis leer el post que escribí sobre nuevos elementos en jardinería: el mulch.
Los trasplantes que se
realicen de plantas que se han cultivado bajo protección en invernadero se
pueden realizar teniendo siempre en cuenta la altura y amplitud de la planta.
Es necesario elegir un lugar con espacio suficiente para albergarlas en su
estado de desarrollo final.
En aquellos rincones
que parezca que falta un poco de color y queden más tristes del jardín, podemos
colocar unas macetas con plantas anuales de flor como por ejemplo pudieran ser
los pensamientos o las gazanias.
Las bulbosas a las que
hayan perdido su flor podemos desenterrarlas, con cuidado de no dañarlas, por medio
de una azada. Las lleváramos a una zona apartada, con tierra fertilizada para
que los bulbos se regeneren. Una vez que se le han secado completamente las
hojas se volverán a desenterrar y se guardaran en un lugar seco bien aireado.
Flores en mayo
Mayo es el mes de las
flores. Las encontraremos de todos los tipos y colores, desde los típicos geranios
y gitanillas del género pelargonium,
hasta las surfinias. Las buganvillas están rebosantes de color, una explosión salpicada
de grana, rojo, purpura, crema y blanco. Las mencionadas azaleas y rododendros,
los lilos, los pitósporo también estarán en flor. Arboles como las Robinias pseudoacacia, las Bahuinias,… lo dicho, flores de todos
los tipos y colores.
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Flor del Ave del Paraiso |
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Buganvilla |
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Flor del Granado |
Surfinias con flores bicolor |
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